Seguramente alguna vez has escuchado que los collares de adiestramiento son malos para tu perro porque le hacen daño, incluso en algunos lugares los llaman “collares de castigo”.
En este artículo vamos a hablar de las ventajas y desventajas de los diferentes tipos de collares de adiestramiento, así como del uso apropiado para conseguir los resultados que buscamos.
Además de estos cuatro tipos básicos de collares de adiestramiento, está el collar común que se recomienda empezar a usar a partir de los 2 o 3 meses de vida (al principio de forma permanente para que se acostumbre a su uso).
Collar de estrangulador o de ahorque
Uno de los más comunes en el mercado y también uno de los más controvertidos. Su función es generar presión alrededor del cuello y liberarla en un gesto rápido y se usa para marcar un comportamiento que queremos modificar.
Su principal riesgo es el exceso de compresión en el cuello. Hace unos años prácticamente, sólo se encontraban collares hechos de cadena, pero hoy en día hay muchos diseños hechos de cuerda y otros materiales como nylon o cuero. Además, los nuevos modelos cuentan con un límite en el recorrido para evitar la presión exagerada en el cuello y proteger al perro. Aunque es cierto que una presión excesiva y mal empleada puede comprometer la salud de nuestro amigo, si se utiliza de forma adecuada puede ser muy efectivo. Por eso es muy importante conocer todos los detalles de su uso apropiado y saber cuándo usarlo y cuándo es mejor buscar otras opciones.
Ventajas
- Hace presión pareja alrededor del cuello y protege más la tráquea del cuello
- El estímulo es muy directo consiguiendo buenos resultados en el entrenamiento
- Se emplea poca fuerza para conseguir llamar la atención
Desventajas
- En muchos modelos hay que ir cambiando la talla según van creciendo
- Mal empleado puede generar graves daños, especialmente los modelos con “púas”
Collar de descarga eléctrica, vibración o sonido
Es el único collar que funciona a distancia. Emiten un estímulo a partir de una pequeña descarga eléctrica cuya intensidad se puede regular. Hay modelos que además de tener la versión de descarga eléctrica, se puede cambiar por vibración o sonido e incluso algunos cuentan con un GPS integrado. En todos los casos es posible regular la intensidad del estímulo en función del carácter y sensibilidad del perro, por lo que es muy recomendable consultar a un entrenador si quieres utilizar este tipo de collares.
Ventajas
- Funciona a distancia
- Se puede regular la intensidad y el impulso (eléctrico, vibración o sonido)
- En los modelos con GPS es posible ubicar al perro en todo momento
Desventajas
- No tienes tanta interacción con el perro y se vuelve un entrenamiento más “frío”
- Si no se mide bien la sensibilidad del perro, puede generar efectos negativos en el entrenamiento
- Genera estrés y ansiedad en nuestros amigos peludos
Collar de cabeza o bozal anti-tirones
También se conoce como bozal anti-tirones, sujeta la cabeza por el hocico, permitiendo jadear al animal. Es muy útil como refuerzo cuando el perro no responde con otros estímulos como el collar de ahorque, del que hablaremos más abajo.
Se recomienda utilizarlo siempre acompañado de una segunda opción, sobre todo si el perro aún tira mucho, para protegerlo y cuidarlo de alguna lesión en el cuello.
Ventajas
- Es uno de los estímulos más directos para los casos más difíciles de corregir
- Permite la movilidad completa del hocico en todo momento
Desventajas
- Se tiene que llevar siempre acompañado de una segunda opción para los entrenamientos
- Tiene un riesgo alto de lastimar a nuestro amigo, sobre todo si tira mucho y lo usamos sin una segunda opción
Este artículo no busca hacer un juicio moral ni de ningún tipo sobre los collares de adiestramiento para perros y su uso. Su intención es compartir las diferentes opciones de collares, así como sus ventajas y desventajas generales.
Es oportuno aclarar que cada vez hay más actividad, así como resultados en el colectivo que se opone a su uso y sobre todo promueve el adiestramiento positivo que consiste en fomentar y “premiar” los comportamientos que buscamos en vez de los castigos físicos y psicológicos.
Por otro lado, existen adiestradores que consideran útiles algunos de estos collares siempre y cuando se usen de forma correcta y con moderación. Incluso se pueden incluir en la metodología de adiestramiento positivo.